La fresa (Fragaria ananassa) se originó en Europa en el siglo 18.
Es un híbrido de dos especies de fresa silvestre de América del norte y Chile.
Las fresas son de color rojo brillante, jugosas y dulces.
Son una excelente fuente de vitamina C y manganeso y también contienen cantidades decentes de folato (Vitamina B9) y potasio.
Las fresas son muy ricas en antioxidantes y compuestos vegetales, que pueden tener beneficios para la salud del corazón y el control del azúcar en la sangre (1, 2).
Por lo general se consumen crudos y frescos, estas bayas también se pueden utilizar en una variedad de mermeladas, jaleas, y postres.
Este artículo te dice todo lo que necesitas saber sobre fresas..
Los hechos nutricionales
Las fresas consisten principalmente en agua (91%) y carbohidratos (7,7%). Contienen sólo pequeñas cantidades de grasa (0,3%) y proteínas (0,7%).
Los nutrientes en 3,5 onzas (100 gramos) de fresas crudas (3) son:
Calorías: 32
Agua: 91%
Proteína: 0,7 gramos
Carbohidratos: 7,7 gramos
Azúcar: 4,9 gramos
Fibra: 2 gramos
Grasa: 0,3 gramos
Carbohidratos
Las fresas frescas son muy altas en agua, por lo que su contenido total de carbohidratos es muy bajo, menos de 8 gramos de carbohidratos por 3,5 onzas (100 gramos).
El contenido de carbohidratos digerible neto es menos de 6 gramos en el mismo tamaño de la porción.
La mayoría de los carbohidratos de estas bayas provienen de azúcares simples (como glucosa, fructosa y sacarosa), pero también contienen una cantidad decente de fibra.
Las fresas tienen una puntuación de índice glucémico (GI) de 40, que es relativamente baja (4).
Esto significa que las fresas no deben conducir a grandes picos en los niveles de azúcar en la sangre y se consideran seguros para las personas con diabetes.
Fibra
La fibra comprende alrededor del 26% del contenido de carbohidratos de las fresas.
Una porción de 3,5 onzas (100 gramos) de fresas proporciona 2 gramos de fibra, tanto solubles como insolubles.
Las fibras dietéticas son importantes para alimentar a las bacterias amistosas en su intestino y mejorar la salud digestiva. También son útiles para la pérdida de peso y pueden ayudar a prevenir muchas enfermedades (5, 6).
Vitaminas y minerales
Las vitaminas y minerales más abundantes en las fresas son:
La vitamina C. las fresas son una excelente fuente de vitamina C, un antioxidante necesario para la salud inmune y de la piel (7, 8).
Manganeso. Este oligoelemento es importante para muchos procesos del cuerpo (9) y se encuentra frecuentemente en grandes cantidades en granos enteros, legumbres, frutas y verduras.
Folato (Vitamina B9). Una de las vitaminas B, el folato es importante para el crecimiento normal del tejido y la función celular, y es fundamental para las mujeres embarazadas y los adultos mayores (10, 11, 12).
Potasio. Este mineral está involucrado en muchas funciones esenciales del cuerpo, como la regulación de la presión arterial (13, 14).
En menor medida, las fresas también proporcionan hierro, cobre, magnesio, fósforo y vitaminas B6, K y E.
Otros compuestos vegetales
Las fresas están cargadas de antioxidantes y compuestos beneficiosos para las plantas, incluyendo:
Pelargonidina. El principal antocianina en las fresas, este compuesto es responsable del color rojo brillante (15).
Ácido Ellagico. Se encuentra en altas cantidades en fresas, el ácido elágico es un antioxidante polifenol que puede tener muchos beneficios para la salud (16).
Elagitaninos. Relacionados con el ácido elágico, elagitaninos se convierten en ácido elágico en el intestino (16).
Procianidinas. Estos son antioxidantes que se encuentran comúnmente en la carne de fresa y semillas que pueden tener efectos beneficiosos para la salud (17, 18, 19).
Prevención del cáncer
El cáncer es una enfermedad caracterizada por un crecimiento no controlado de células anormales.
La formación y progresión del cáncer a menudo está relacionada con el estrés oxidativo y la inflamación crónica (57, 58).
Una serie de estudios sugieren que las bayas pueden ayudar a prevenir varios tipos de cáncer a través de su capacidad para combatir el estrés oxidativo y la inflamación (59, 60, 61).
Se ha demostrado que las fresas inhiben la formación de tumores en animales con cáncer de boca y en células cancerosas del hígado humano (62, 63).
Los efectos protectores de las fresas pueden ser impulsados por ácido ellagico y ellagitannins, que han demostrado detener el crecimiento de las células cancerosas (64, 65).
Se necesita más investigación humana para mejorar la comprensión de los efectos de las fresas en el cáncer antes de que se pueda llegar a conclusiones sólidas.