Posible Impacto de la Eliminación de Incentivos Fiscales al Turismo en la República Dominicana y Vías para Mitigarlo
Por Francis Estevez, Editor de CabezaNoticias y EconomiaAldia
El sector turístico ha sido durante mucho tiempo un pilar de la economía dominicana, generando miles de empleos y contribuyendo de manera significativa al PIB del país. Sin embargo, con la reciente discusión sobre la posible eliminación de incentivos fiscales para este sector, surge la necesidad de analizar no solo el impacto económico directo, sino también cómo la industria puede adaptarse para seguir creciendo en un entorno cambiante.
1. Marco Legal y Beneficios Actuales
La Ley No. 158-01, promulgada en 2001, ha sido fundamental para la expansión del turismo. Esta ley permite la exoneración del 100% de impuestos sobre la renta y otros tributos durante hasta 15 años. Además, incluye incentivos para la construcción de infraestructuras turísticas y programas de capacitación, que han contribuido a mejorar la calidad de los servicios turísticos en el país.
Este esquema de incentivos ha permitido un crecimiento sin precedentes en áreas como Punta Cana y La Romana, que han visto un incremento constante en la llegada de turistas y el desarrollo de hoteles y resorts. Sin embargo, los críticos argumentan que este modelo ha creado una dependencia de las exenciones, y que es necesario reevaluar su sostenibilidad.
2. Crecimiento del Turismo en 2024
Hasta septiembre de 2024, el país ha recibido aproximadamente 7.5 millones de turistas, lo que representa un aumento del 10% respecto a 2023. Este crecimiento ha sido impulsado por la recuperación post-pandemia y una mayor promoción de la República Dominicana como un destino turístico clave en el Caribe.
Los ingresos por turismo también han crecido significativamente, con un aumento del 12% en comparación con el año anterior. El gasto promedio por visitante se ha incrementado, y se estima que este crecimiento continuará hasta finales del año, con proyecciones de más de 11 millones de turistas.
El sector sigue siendo uno de los mayores generadores de empleo, con más de 600,000 personas empleadas directamente. Sin embargo, la incertidumbre sobre la eliminación de los incentivos fiscales genera preocupación, especialmente en las zonas dependientes del turismo como el este y norte del país.
3. Posible Impacto de la Eliminación de Exenciones
El gobierno dominicano ha propuesto reformas fiscales que podrían eliminar algunas de las exenciones vigentes para el sector turístico. El impacto de esta medida sería significativo, afectando tanto a empresas turísticas como a la economía en general. A continuación, se detallan los posibles efectos:
Inversión Extranjera Directa: La eliminación de las exenciones fiscales probablemente disuadiría a inversores extranjeros de desarrollar nuevos proyectos en el país, redirigiendo su capital hacia otros destinos del Caribe que ofrecen mayores incentivos.
Desarrollo de Infraestructuras: Con una posible disminución en las inversiones, la construcción de nuevas infraestructuras, como hoteles y resorts, podría ralentizarse. Esto no solo afectaría la oferta turística, sino también a las empresas locales de construcción y a proveedores de servicios que dependen de la expansión del sector.
Aumento de Costos Operativos: Las empresas turísticas podrían enfrentar mayores costos operativos, lo que generaría un aumento en los precios de los paquetes turísticos. Un incremento de precios reduciría la competitividad de la República Dominicana frente a otros destinos, especialmente en un mercado global donde los turistas buscan maximizar el valor por su dinero.
Pérdida de Empleos: Con menos proyectos en desarrollo, es probable que el crecimiento del empleo en el sector se estanque, afectando particularmente a las regiones dependientes del turismo. Esto podría tener un impacto negativo en las comunidades locales, donde muchas personas dependen directa o indirectamente del turismo para sus ingresos.
4. Estrategias de Adaptación
Aunque la eliminación de incentivos fiscales podría ser un golpe duro para el sector, existen formas de mitigar el impacto y seguir adelante. Estas son algunas de las estrategias clave para enfrentar este desafío:
Diversificación del Producto Turístico: Es necesario alejarse de la dependencia exclusiva del turismo de sol y playa. Ecoturismo, turismo cultural y turismo de aventura son áreas que podrían atraer a nuevos segmentos de turistas interesados en experiencias más auténticas. Las regiones menos explotadas, como Samaná o el sur del país, tienen el potencial de convertirse en destinos emergentes si se desarrollan adecuadamente.
Apoyo a las PYMES Turísticas: Proporcionar apoyo a las pequeñas y medianas empresas turísticas puede ayudar a crear un sector más resiliente. Las PYMES juegan un papel crucial en la economía local, ofreciendo servicios personalizados y experiencias que grandes cadenas hoteleras no pueden replicar.
Inversión en Capital Humano: La clave para mantener la competitividad en el turismo es la calidad del servicio. El país debe enfocarse en capacitar a su fuerza laboral en habilidades clave como la atención al cliente, el manejo de idiomas y el uso de tecnología. Un personal bien capacitado es un activo importante que puede ayudar a elevar la experiencia del visitante y justificar precios más altos.
Sostenibilidad como Diferenciador: El turismo sostenible está en auge a nivel mundial, y la República Dominicana tiene el potencial de posicionarse como un líder en esta área. Implementar prácticas sostenibles en la industria, como el uso de energías renovables y la protección de áreas naturales, puede no solo atraer a más turistas conscientes del medio ambiente, sino también mejorar la imagen del país a nivel global.
Conclusión: Un Desafío que Requiere Innovación
El posible fin de las exenciones fiscales en el sector turístico de la República Dominicana plantea desafíos considerables. Sin embargo, con una estrategia inteligente, basada en la diversificación, la inversión en capital humano y el fomento de la sostenibilidad, el país puede no solo sobrevivir, sino prosperar en este nuevo contexto.
En lugar de depender exclusivamente de los incentivos, es momento de que el sector turístico evolucione y adopte un enfoque más integral que garantice su crecimiento a largo plazo, beneficiando tanto a la economía nacional como a las comunidades locales.